• PÁGINA PRINCIPAL
  • CONTÁCTANOS
  • Categorías

    • Arte
    • Ciencias
    • Cine
    • Entrevistas
    • Lifestyle
    • Literatura
    • Nacionales
    • Noticias
    • Opinión
    • Política
    • Salud
    • Tendencias
    • Uncategorized
  • PÁGINA PRINCIPAL
  • CONTÁCTANOS

La lucha de pueblos nativos contra crímenes de odio y una realidad segregadora

enero 16, 2021

Poblaciones segregadas y cubiertas con el manto de la indiferencia; bajo dichas características se reduce a las comunidades indígenas que, aparte de luchar contra el desamparo, también deben enfrentarse a crímenes de odio.

Comunidad Takuara’i, exigiendo la devolución de sus tierras

En febrero de 2019, Francisco López, un joven nativo perteneciente a la comunidad Takuara’i, se encontraba en las inmediaciones del Congreso Nacional junto a otras personas de su tribu, protestando por las injusticias hacia su etnia, hasta que dos balazos le arrancaron la vida y también el espíritu para seguir gritando sus exigencias. Los indígenas ya estaban hace cinco meses apostados en la Plaza de Armas, reclamando la devolución de sus tierras ancestrales en el distrito de Corpus Christi, departamento de Canindeyú, a pocos metros de la frontera con Brasil.

Frente a las constantes reivindicaciones realizadas durante su estadía en la plaza, una cruda y amarga indiferencia fue la única respuesta recibida y una riña desatada con un grupo del barrio de la Chacarita, que ocasionó la muerte de Francisco, terminaría por disminuir levemente sus reclamos. La Fiscalía abrió una investigación del caso, pero es necesario aclarar que el hecho sucedió frente a la Comandancia de la Policía Nacional y los guardias del Congreso, el Cabildo y la Catedral; nadie intervino porque, nuevamente, la indiferencia fue la máxima reacción.

Cruz en la Plaza de Armas, simbolizando muerte de Francisco.

Pasando a diciembre de 2019, se produjo el asesinato de otro nativo, quien casi quedó enterrado en el anonimato, si no fuese por las investigaciones que pudieron darle rostro y nombre. Se trataba de Lorenzo Arce, un joven indígena que vivía por las calles de Asunción y se desempeñaba como reciclador; las grabaciones muestran cómo el nativo se encontraba descansando en una caseta, luego un auto pasó frente suyo y el conductor disparó a quemarropa para después huir del lugar.

Analizando los hechos, la Fiscalía expresó que, teniendo en cuenta el proceder del conductor, no se descarta un crimen de odio, pues acabaron con la vida del nativo de una manera inhumana y cruel. Un crimen de odio se caracteriza por cualquier delito motivado por un sesgo o un prejuicio hacia la víctima, por su raza, nacionalidad, orientación sexual, género o creencia religiosa.

https://www.lapacho.com.py/wp-content/uploads/2021/01/WhatsApp-Video-2021-01-16-at-13.42.13.mp4

Por otra parte, en abril de 2020, tres indígenas fueron hallados muertos en un área donde, aparentemente, se trabajaba con la producción de marihuana. Los cuerpos fueron arrojados al lado de varios panes de cannabis y, de acuerdo a las declaraciones realizadas, un vehículo había abandonado el lugar de los hechos posterior a la muerte de los nativos.

“Queremos expresar nuestro absoluto repudio y denunciamos a las instituciones del Estado que debían estar trabajando para la protección y cuidado de los sectores más empobrecidos”, dice un comunicado del Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe, manifestando su desprecio hacia la marginación, violación de derechos y asesinatos impunes cometidos en contra de comunidades indígenas, campesinas y otros sectores.

Sin embargo, los crímenes que obligan a reducir al olvido a los pueblos nativos siguen en segundo plano, completamente relegados y sin la mínima atención; ¿será una triste lápida, como la de Francisco López, o tener una muerte inadvertida, igual a la de Lorenzo Arce y los otros tres nativos, lo único capaz de recibir la población originaria?

Crímenes de odioDiscriminaciónPoblaciones indígenas
Compartir

Opinión

Macarena Duarte
Estudiante de la carrera Ciencias de la Comunicación y amante del realismo mágico de García Márquez. Llevo la ilusión de vivir del periodismo.

Comment


Charlie
January 17, 2021 at 5:40 pm
Reply

Qué buena definición hacia el racismo y la nula justicia con las etnias.



Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Sobre nosotros

    En una isla rodeada de tierra florecen árboles coloridos que dan brillo a las calles opacas. Somos un grupo de jóvenes que, como lapachos encendidos de color, anhelan brindar un poco de luz a quienes lean, compartan y disfruten de nuestras historias.

  • Leenos también en

    • Etiquetas

      25N Aislamiento América Latina Body Neutrality Body Positivity Brasil Cine nacional Coronavirus Covid-19 cuarentena Cursillistas Cámara de Diputados Cámara de la Vergüenza delitos informáticos denuncia Dogmas de belleza Educación educación tecnológica EE.UU Estudiantes feminicidios Feminismo Filosofía Ingreso Jóvenes Midnight Gospel Ministerio Público mujer Netflix Observatorio de la Mujer Opinión Pandemia Paraguay Política pornografía infantil Redes sociales Reseña Serie animada Sustancia Séptimo arte tecnología UNA Uruguay videojuegos violencia de género


    • ENTRADAS RECIENTES

      • Pose, la trasgresora serie que estrenará su temporada final
        abril 10, 2021
      • Los desconocimientos legales que tiñen de violencia las manifestaciones pacíficas
        marzo 31, 2021
      • El “Efecto Matilda”, un fenómeno que invisibiliza a mujeres científicas
        marzo 12, 2021
    • LO MÁS LEIDO

      • Maradona: ¿un “D10S” o villano?
        diciembre 2, 2020
      • La lucha de pueblos nativos contra crímenes de odio y una realidad segregadora
        enero 16, 2021
      • Denuncia, la mayor arma para combatir la pornografía infantil en internet
        noviembre 13, 2020

    © Lapacho 2020 - Todos los derechos reservados